Capítulo final...

(…) creo que me saltaré una parte de la historia… La coneja miró su reloj y se dio cuenta de que era hora de empinar el codo con su amigo el hámster y se fue, en el momento en que se despidió, para ser más preciso, en el momento en el que extendió la mano a la liebre para agradecer su compañía en los momentos difíciles que acababa de vivir, esta Liebre weona, salto asustada, -claro, como es de suponer la coneja se enojó mucho y le mandó una pura pata en la raja, por no haberlo hecho antes, (podría por lo menos tener sus dos ojos, sus dos orejas y eso po) y se fue sola- .
Espero que de esta pequeña fábula puedan sacar todas las enseñanzas posibles, de verdad me esmeré mucho por terminarla y cuidarle cada uno de sus detalles… Ahora después de todo esto ustedes se preguntarán y donde chucha está la otra coneja recuerden “Había una vez 2 conejas, un hámster, una liebre, un sapo un gusano, un pájaro loco y una zorra”. Bueno la otra es sólo una imagen meta -y saque- fórica que desde ahora me acompañará. Con respecto a las moralejas, la verdad es que me habría gustado que ustedes las sacarán pero yo colocaré algunas para los que no quieran interpretar ni pensar niuna wea.
- Una zorra siempre quiere comer, no importa lo que diga, quiere comer.
- Un gusano siempre se mete en una zorra y siempre se come a una zorra.
- En realidad un gusano se mete con cualquier zorra.
- Algunas zorras salen corriendo cuando sienten el gusano.
- Hay veces en que el pájaro solo es un elemento decorativo (sepan que no es ese mi caso)
- Siempre vas a pillar a un sapo húmedo en la esquina.
- El sapo siempre es más poderoso.
- El sapo por lo general siempre te va hacer pagar por tus pecados.
- El sapo siempre busca persuadirte para después manipularte.
- Nunca de metan a un lugar pintado de color verde llamativo.
- La liebre nunca salta cuando uno quiere.
- La liebre salta cuando uno menos lo piensa y lo quiere.
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